El turismo, el entretenimiento, la hospitalidad y la gastronomía son industrias que se ven afectadas directamente por los efectos de la pandemia. Socializar en tiempos de pandemia es comprometer la salud personal y la de los demás. Los cambios de vida que nos esperan en los días, meses y quizás años venideros, modificarán el comportamiento y el contacto entre las personas y, en consecuencia, las actividades sociales. El diseño no es una excepción, los arquitectos y diseñadores se enfrentan a un futuro incierto, pero lleno de oportunidades. El desafío es relevante y comprometedor en todas las áreas, pero particularmente en el entretenimiento y la gastronomía.
Debemos pensar en todo tipo de ambientes, actividades y hábitos alimenticios, desde áreas comunes de una casa, como cocina, comedor y terraza; a espacios que se han transformado en áreas de consumo de alimentos, como sala de televisión, dormitorio y escritorio. Los cambios de vida han sido dramáticos para la gran mayoría de las personas, el encierro y el aislamiento social han causado la pérdida del sentido del tiempo, afectando su ritmo circadiano y causando ambigüedad sobre las horas de trabajo, el descanso y por supuesto, el tiempo que pasamos para disfrutar de la vida, comer o incluso digerir nuestra comida.
Partiendo de la premisa más íntima de los espacios para comer en casa, también es nuestra responsabilidad comprender qué sucederá con los espacios públicos y el consumo de alimentos en el ámbito social, y en relación con las medidas de higiene y funcionalidad que estarán sujetas a las regulaciones sanitarias en respuesta a la pandemia y por la desintegración forzada de la convivencia común a la hora de compartir alimentos entre las personas y la experiencia gastronómica.
Los diseñadores y arquitectos enfrentan un desafío y oportunidades de exploración y experimentación sobre los diversos factores que afectarán a la industria gastronómica en el futuro inmediato. El objetivo principal de los diseños de nuevos espacios gastronómicos apuntará a soluciones que deberían optimizar los espacios y la rentabilidad de acuerdo con los comensales en un área determinada y revisar las implicaciones y las medidas de salud que permiten a los restaurantes ofrecer seguridad en cuanto al consumo de alimentos y contra los agentes de infección a través de nuevos materiales de grado alimenticio.
Como diseñadores tenemos que evaluar los cambios que vendrán y también marcarán las reglas de etiqueta para el consumo de alimentos en espacios en un futuro próximo, además de una revisión urgente de la morfología y organización de las funciones del restaurante, y donde la convivencia cercana e íntima de las personas debe evitar formas de contagio y la propagación de la enfermedad.
Sabiendo que la industria alimentaria ya era considerada por las instituciones de salud como una de las fuentes de contagio para enfermedades e infecciones gastrointestinales, no podemos ignorar las nuevas regulaciones sobre el uso de materiales y superficies para la higiene en la preparación de alimentos. Ahora la formulación va más allá del grado de calidad que puede ofrecer un material, sino más bien una propuesta de materiales y productos de saneamiento que pueden garantizar la salud de los comensales. Además de este factor, tendremos que evaluar las funciones de los espacios, la distancia social y la organización del mobiliario, las medidas de circulación, las áreas de limpieza y desinfección a priori en la entrada del comedor, y por supuesto hacer una evaluación de la viabilidad de los espacios de consumo con respecto a los nuevos modelos de negocio en comparación con su ocupación y rentabilidad.
Con estos en mente queremos explorar el diseño y la relación entre los cambios de funciones, la preparación de los alimentos, el mobiliario, las formas de consumos y etiqueta sociales que cambiarán el futuro del espacio de consumo de alimentos, y cual será la “nueva normalidad" para el diseño de restaurantes, bares, foodcourts, terrazas, parques y desde luego los puestos de comida ambulante.
Las preguntas son muchas ¿Cuáles son los principales cambios en los ambientes de restaurantes? ¿Como afectará la segregación donde el número de comensales va en directa relación con la ocupación en el espacio, y donde se pone en juego la rentabilidad de estos negocios? ¿Tendremos regulaciones de salubridad que afectarán las ocupaciones, formas, mobiliario e incluso tamaños de locales de los restaurantes y bares? La gente asiste a los bares y restaurantes para ver y ser visto ¿Cómo se verá afectada la experiencia? ¿Cuales serán las normas de convivencia social y pública en momentos de pandemia? Éstas y muchas preguntas más seguirán surgiendo y como diseñadores y arquitectos tendremos que visualizar los cambios en el hacer del diseño, pero sobre todo visualizar y contemplar un futuro de bienestar para las personas.
Te queremos invitar a ser parte del proyecto, escríbenos, y comencemos un diálogo sobre los paradigmas de nuestro futuro inmediato y la convivencia social gastronómica. ¿Qué podemos hacer para diseñar los espacios gastronómicos futuros sin que la convivencia social se vea reducida o comprometida con la distancia? ¿Qué piensas? ¿Qué ideas te vienen a la mente?
Déjanos tus comentarios o escríbenos a hello@designbellyandbrain.com
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